Gestión Forestal, de problemas a oportunidades
¿Puede ser que las propiedades forestales se perciban hoy más como un problema que como una oportunidad?
A menudo, los propietarios de terrenos sienten que esta responsabilidad es una carga, lo que los lleva a abandonar sus tierras en lugar de considerarlas un recurso valioso que merece ser cuidado. Y es completamente comprensible, ya que los costes de mantenimiento de un bosque ya no se equilibran con el rendimiento económico que antes se obtenía de su gestión.
Es cierto que los tiempos cambian. La disminución de la explotación económica de los recursos forestales, como la madera, y la falta de actividades económicas sostenibles como la ganadería y los cultivos en áreas forestales contribuyen directamente a que estos terrenos se vean menos atractivos para los propietarios.
Sin embargo, estamos en un momento crucial para cambiar esta mentalidad de que "mi propiedad forestal no sirve para nada" o "este trozo de tierra solo come pan".
“¿Podemos realmente impulsar una visión en la que veamos los terrenos -nuestras tierras- como un auténtico regalo que debemos gestionar juntos?”
Ibiza entre los lugares que participan en el proyecto MiMonte, avalado por European Forest Institute y la UE
En este contexto, el pasado jueves asistimos a la primera sesión participativa del proyecto "Mi Monte", impulsado por la Fundación Desert Leaves en colaboración con la Asociación Pego Viu y nosotros, Regenera Natura. Este encuentro, celebrado en la Casa de la Cultura de Pego, reunió a propietarios de terrenos de diversas edades, desde personas mayores hasta jóvenes herederos, que buscan soluciones para saber qué pueden hacer con sus propiedades más allá de verlas deteriorarse.
En Pego, sucede lo mismo que en las Islas Baleares. Gran parte de los bosques son de propiedad privada, y aunque el consistorio ya ha comenzado a trabajar de manera colaborativa en un modelo de gestión forestal sostenible cediendo derechos de uso, esto no es suficiente. Los propietarios privados siguen siendo una pieza clave del puzle.
Recordemos que en nuestra región del Mediterráneo, el estrés hídrico, las sequías y el aumento de temperaturas están afectando nuestras masas forestales. No solo están aumentando las plagas, que nunca antes lo fueron, sino que la combinación de todos estos factores crea la receta perfecta para incendios.
¿Qué pasa cuando no gestionamos nuestra masa forestal?
Repasemos brevemente las consecuencias del abandono forestal:
Gasolina para el fuego: La falta de gestión provoca la acumulación de combustible, aumentando el riesgo de incendios forestales.
Erosión del suelo: El abandono genera mayor erosión, afectando la capacidad del suelo para retener agua y nutrientes.
Pérdida de biodiversidad: Los ecosistemas sin gestión sufren degradación, afectando tanto la biodiversidad como la salud del medio ambiente.
Percepción de la naturaleza como un recurso: La falta de conexión con la naturaleza puede llevar a que esta se considere solo un producto o servicio, restando valor a su conservación.
Menor resiliencia ante eventos extremos: Suelos menos permeables y la falta de vegetación adecuada incrementan la vulnerabilidad frente a sequías e inundaciones.
Soluciones para la gestión forestal sostenible desde un prisma colaborativo
Dejémoslo claro: no existe una solución perfecta si tratamos a los terrenos forestales como meras propiedades, como un producto o un servicio más que dejamos en una estantería.
Lo que nos gustó mucho de la sesión fue su carácter participativo, ya que los propietarios debatieron en pequeños grupos sobre las ideas y desafíos a los que se enfrentan.
“El acceso es muy malo...” “Lo comparto con cinco primos y ponernos de acuerdo es muy difícil…” “No existen incentivos claros que nos ayuden en el mantenimiento…” “Soy muy mayor, ya mis hijos verán qué hacen con la tierra…”
Existen diferentes soluciones, todas ellas requieren el desarrollo de planes técnicos de gestión forestal que promuevan un mantenimiento adecuado de nuestros bosques.
Gracias a la colaboración de entidades e instituciones, como la Asociación Pego Viu con la Fundación Desert Leaves y nuestra colaboración con esta misma entidad sin ánimo de lucro, podemos avanzar en esta importante tarea.
Principalmente, se busca recursos a través de subvenciones e incentivos, agrupando los intereses de varios propietarios, reduciendo costes en la ejecución de trabajos y, en algunos casos, asumiendo los costes del proyecto en función de su naturaleza.
Otro de los temas que se discutieron fueron los proyectos de compensación de CO2, que ofrecen una forma de financiar la gestión sostenible de los terrenos. A través de la venta de créditos de carbono, es posible obtener recursos económicos para realizar trabajos de mantenimiento y reforestación con especies autóctonas.
Tenemos mucho material para reflexionar…
Participar en "Mi Monte", un proyecto financiado por la Unión Europea y liderado por nuestros amigos de la Fundación Desert Leaves, es un regalo para nosotras.
Con el viaje de la semana pasada, vimos que los propietarios de Pego sienten las mismas dudas y temores que los de Ibiza. Sin embargo, esta experiencia nos llena de motivación para seguir trabajando por un modelo de gestión forestal que incluya a todos los actores.
Como comunidad, nos enfrentamos a desafíos importantes en la gestión de nuestros bosques, nuestros recursos y la vida tal y como la conocemos. Estamos convencidas de que existen herramientas y oportunidades que nos permiten encontrar soluciones, y es fundamental contar con la colaboración de propietarios, entidades e instituciones.